martes, 13 de diciembre de 2011

Un agujero en la cabeza

Sigo con libros de James Hadley Chase, en esta ocasión Un agujero en la cabeza.

Es una trama bastante simple, que gira en torno a un único problema, pero donde nuevamente reina el engaño, tanto para el lector como para el protagonista.

Jay Benson es un antiguo francotirador propietario de una escuela de tiro en Paradise City, Florida. Vive en una casa en el mismo terreno que la escuela con Lucy, su esposa desde hace seis meses. Su situación financiera no es buena y necesitan dinero con urgencia para modernizar el lugar y atraer clientes.

Un día, se presenta en la escuela Augusto Savanto, un acaudalado venezolano, para pedirle a Jay que enseñara a tirar a Timoteo, su hijo. Le dice que necesita que dispare sobre blancos móviles para ganar una apuesta y le ofrece cincuenta mil dólares si lo logra en un plazo de nueve días. Después de ver tirar a Timoteo, Jay asegura que no tiene facultades, pero termina aceptándolo como alumno ya que la recompensa es muy grande.

Al día siguiente, Timoteo llega acompañado por Raimundo, el encargado de la seguridad, a vivir con Jay y Lucy. Ella y Timoteo pronto desarrollan una gran amistad, ya que sus personalidades son similares, en oposición a Jay, un exsoldado autoritario y que trata a su esposa como si fuera su dueño. Timoteo no realiza progreso alguno, ni siquiera con un rifle con mira telescópica, por lo que después de unos días Jay decide renunciar y se lo comunica a Savanto. Este le explica la verdadera historia: Timoteo debería dispararle a su primo, Díaz, por una cuestión de honor familiar (Díaz le había robado su prometida a Timoteo, la había violado y la había marcado a fuego con la marca de su entidad mafiosa, los Dragones Rojos). Ya que Timoteo no era buen tirador, Savanto obliga a Jay a tirar en su lugar armando una pantomima, amenazándolo con matar a su esposa si no lo hace. Jay acepta y fracasa en su intento de rescatar a Lucy, prisionera en una casa cercana a la que él mismo está prisionero.

El día del asesinato, Jay no logra disparar porque Timoteo le descarga el rifle. Esa noche, Lucy y Timoteo escapan de la casa, y Raimundo se lo transmite a Jay: también le dice que Savanto los mataría a todos, a los cuatro, por haber fracasado. Los dos salen a buscar a la pareja fugitiva, y los encuentran en un pantano: allí, Lucy se muestra asustada de Jay y dice haberse enamorado de Timoteo. La pareja consigue escapar y Jay vuelve a la casa con Raimundo, de quien se ha hecho amigo. Poco después, escucha en la radio la noticia de que dos personas que responden a la descripción de Lucy y Timoteo han sido asesinados. Para vengarse, Jay decide matar a Savanto con ayuda de Raimundo.

Esa noche, va al hotel de Raimundo e intenta matarlo, pero descubre que Raimundo lo había prevenido. Savanto le responde muy tranquilo que Timoteo y Lucy en realidad estaban vivos, pero que regresarían a Caracas para evitar el escándalo, y le pide que conserve los cincuenta mil dólares. Sin embargo, Jay decide pegarle donde más le duele: con el dinero. Toma un bono por 25 mil dólares y lo quema frente a Savanto. Este le jura que pagaría por ello y Jay se va.

Al día siguiente, el periódico de Paradise City publica una noticia en la que informa que Jay Benson había sido asesinado de un disparo en la cabeza en su casa, en el terreno de su escuela de tiro.

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